María Casal

Este blog, no podía empezar con otra persona que no fuese ella, María Casal. Ella es una persona con estrella, una persona con ángel.

Muchos de vosotros la conoceréis por su último trabajo, Reyes, en “La Que Se Avecina”; pero antes de este personaje, han venido muchos otros como Elisa en “Hospital Central”, Marisa en “Física o Química”, Ingrid en “700 euros” ó  Martina en “Piedras”…

Por este mismo motivo, sois muchos los que podéis tener una opinión sobre ella como actriz, al igual que la tengo yo y que más adelante expondré, pero quizá no seáis tantos los que podáis tener una opinión de ella como persona, simplemente como María.

Para empezar voy a hacer una pequeña reflexión sobre María Casal y al acabar dicha reflexión, me centraré en María.

María Casal es hija de un gran actor, que supongo que conoceréis aunque sea sólo de haber oído a vuestros padres hablar de él, Antonio Casal. Antonio no pudo ver cómo triunfaba su hija, pero estoy segura de que si lo hubiese visto, estaría muy orgulloso de ella; orgulloso de ver hasta donde ha llegado, mediante su constante esfuerzo y trabajo.

María es una de esas actrices que tienen la capacidad de emocionar, independientemente del registro en el que se encuentre. Es una actriz que es capaz de meterse en el papel de una manera tan profunda que consigue transmitir todo lo que se le pasa por la cabeza, los sentimientos, el estado de ánimo… de dicho personaje.

Personalmente puedo decir que el papel en el que más cómoda la he visto y creo que así se ha visto reflejado durante los 5 años que estuvo metida en su piel, fue sin duda Elisa Sánchez  en Hospital Central. Allí fue precisamente donde la descubrí; me llamó la atención la rapidez que tenía para cambiar de registro de un momento a otro, la capacidad que tenía para emocionarme, para hacerme soltar alguna que otra lágrima cuando Elisa lloraba o para sacarme sonrisas cuando Elisa las sacaba…

Sin duda, puedo decir que ella es una de las mejores actrices que tiene actualmente nuestro país, aunque no siempre se la valore tanto como deberían. Una prueba de su buen hacer es su  larga trayectoria, desde que empezó como una de las azafatas del “un, dos, tres” hasta Reyes en “La Que Se Avecina”.

Antes de pasar a hablar de María, voy a hacer una pequeña mención a otra faceta suya que quizá no es tan conocida; su faceta como escritora.

Dicha faceta, la he descubierto hace relativamente poco  y puedo decir que me ha sorprendido muy gratamente. Sólo he tenido la oportunidad de leer un par de obritas que escribió hace un tiempo, pero puedo decir que son maravillosas. 

Ahora si, voy a pasar a hacer una mención más personal de María.

Hace poco más de un año que la conozco, pero a pesar de eso, puedo decir que se ha convertido en una persona indispensable en mi vida. Ella es una persona  muy cercana, humilde, alegre, tranquila, dulce, cariñosa divertida, risueña, sensata y bastante cabezona.

Quizá la palabra que la caracteriza es bondad. Es una de las personas más bondadosas  que conozco, siempre está dispuesta a ayudar, a colaborar en lo que haga falta, a hacer cualquier tipo de plan que pueda surgir, aunque sea en el último momento.Siempre está dispuesta a aprender, siempre tiene interés por  aprender cosas nuevas, curiosidad ante nuevas experiencias e ilusión por nuevos proyectos.

Por otro lado, puedo decir que es una AMIGA, bueno más que una amiga, para mí es mi hermana mayor. Siempre está cuando se la necesita, siempre tiene las palabras adecuadas para hacerte sonreír incluso en los peores momentos, da muy buenos consejos y sobre todo es alguien por la que pondría la mano en el fuego y estoy segura de que no me quemaría nunca.

Para terminar, haceros una recomendación; si alguna vez tenéis la oportunidad de conocerla, ya sea porque os la encontréis por la calle o por otros motivos, aprovechadlo, no dejéis de hablarle, merece la pena.